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ALOPECIA CANINA DE LOS FLANCOS.
ALOPECIA CANINA DE LOS FLANCOS.
Por: LAUREANO RODRIGUEZ B. – DMV.
La Alopecia Canina Recurrente del Flanco – ARF o Alopecia Cíclica Estacional – ACE en caninos, recibe variadas denominaciones sinónimas. Pero, ninguna de ellas es absolutamente precisa. Actualmente se prefiere la denominación: Alopecia Canina de los Flancos, pues la patología siempre afecta esta zona corporal tegumentaria.
Es un desorden dermatológico cuya etiopatogenia hasta hoy, es incompletamente comprendida y aún no dilucidada, se piensa que es una alopecia folicular localizada por lo general cíclica, que sugiere predisposición genética, e influjo de menor exposición a la luz (fotoperiodo) como factor inductor desencadenante (niveles circulantes de melatonina, - también se ha involucrado actividad de la glándula pineal y niveles de prolactina), y un aumento local de receptores estrogénicos en el área de los flancos.
Es observada con mayor frecuencia en algunas razas puras como la Bull Dog Inglés, raza que ocupa el primer lugar en la casuística de esta dermatopatía en Colombia, por experiencia del autor , Bóxer, Airdale Terrier, Dálmata, Schnauzer, Affenpinscher, pero que la puede padecer un individuo de cualquier raza (incluidas las mestizas), sexo, rango etario y estado reproductivo - (castrados o no).
La manifestación y evolución clínica de la alopecia, es aprurítica, de muy rápida aparición, la cual se ubica en los flancos, lateral del tórax y puede extenderse a la región dorso-lumbar, aunque el proceso presenta bilateralidad, la mayoría de los casos no son simétricos, el proceso decalvante muestra límites bastante bien definidos en algunos casos y particularmente en los Bóxer, predominan las áreas alopecicas herpéticas – serpenteantes o serpsepeginosas, (geográficas – en mapa).
Las zonas de piel afectadas se tornan rápida e intensamente hiperpigmentadas, casi simultáneamente o antes de evidenciar la pérdida del pelo.
El proceso alopeciante en los Bull Dog Ingleses es generalmente bilateral y con bordes muy bien definidos.
En todas las razas afectadas el proceso siendo bilateral, no es necesariamente simétrico y la piel en la zona alopecica e hiperpigmentada es regularmente de color negro mate.
Algunos pacientes evidencian mechones, parches aún con pelo, dentro del área afectada.
El pelo recrece en forma espontanea entre los 3 y los 10 meses en un porcentaje importante de pacientes, con una oscilación de 90 días a 14 meses. Con el recrecimiento la cantidad, calidad y densidad pilosa por lo general vuelve a ser normal, pero el color de los pelos puede ser más oscuro (Melanotriquia en Boxer) o de color dorado (Aurotriquia en los Schnauzer).
En la Histopatología, de estos dermatópatas los hallazgos pueden ser sugerentes, pero NO PATOGNOMONICOS y evidencian folículos llenos de queratina, displásicos, atróficos, con hiperqueratosis ortoqueratosa infundibular, involucrando folículos secundarios y conductos sebáceos, con bulbos pilosos deformes y glándulas sebáceas melanizadas.
Los mencionados hallazgos histopatologicos foliculares simulan tentaculos o proyecciones digitiformes que penetran la dermis subyacente - folículos organizados dando aspecto de pulpo, medusiformes, aspecto de un pie deformado - “pie de Bruja” o aún también denominados “dedos de Bruja”.
El diagnóstico se establece por exclusión de otras dermatopatías compatibles y por los síntomas clínicos bastante sui generis. Además cuando no se realizan pruebas complementarias, no se prescribe terapia alguna y se produce el recrecimiento piloso en los meses subsiguientes, se confirma la diagnosis.
Se recomienda la prescripción de Melatonina a dosis de 3 a 12 mg una o dos veces/día durante 8 a 12 semanas, con respuesta satisfactoria en más del 50% de los casos. En los casos en donde no se evidencia inicio de respuesta, alrededor de los 60 días de terapia con Melatonina, muy seguramente no la habrá y el recrecimiento piloso cuando ocurre, será de origen espontáneo.
Un importante número de pacientes afectados por este desorden tegumentario, muestra recrecimiento piloso espontáneo, pero el clínico no debe soslayar, la probable ocurrencia de recidivas cíclicas en algunos. Otros solo evidencian un episodio clínico durante toda su vida.
Quien identificó el primer paciente con esta dermatopatía, una hembra, Bull Dog Inglés en el país, hace más de 20 años, cuando los investigadores de este trastorno dermatológico reportaban prevalencia geográfica al norte del paralelo 45°.